miércoles, 26 de noviembre de 2008

El día de hoy no ha sido tan intenso como el de ayer pero he estado ocupado gran parte del tiempo.

a) Control de impulsos: - 2

b) Cartografía emocional: Tono emocional general neutro mejorando a lo largo del día.

c) Conductas de evitación: 1 retraso

d) Habilidades sociales: Sin novedad.

e) Fuerza de voluntad: 1 tarea

f) Creatividad: Sin novedad.

martes, 25 de noviembre de 2008

Día 1

Hoy, además de ser el primer día de este experimento, ha sido un día inusualmente lleno de actividades después de mucho tiempo de tranquilidad. Estos son los resultados:

a) Control de impulsos: - 4

b) Cartografía emocional: Tono emocional general neutro por la mañana, negativo por la noche.

c) Conductas de evitación: Ninguna (al contrario)

d) Habilidades sociales: 2 gestiones pobres hoy

e) Fuerza de voluntad: 4 tareas concluídas por la mañana.

f) Creatividad: 1 mapa conceptual hoy

Todo parece indicar un empeoramiento conforme avanzaba el día. Creo que se debe al cansancio más que al efecto de la meditación.

Base operante

Después de postear voy a realizar la primera meditación pero antes de hacerlo quería exponer los valores que tienen en un día cualquiera las variables que vamos a medir.

a) Control de impulsos: - 2
b) Cartografía emocional: Tono emocional general positivo. 2 Disgustos cortos hoy.

c) Conductas de evitación: Tras uno de los disgustos (quedarme dormido demasiado tiempo) me puse a entretenerme en internet (30 min) en lugar de estudiar.

d) Habilidades sociales: 3 gestiones y 1 empatía destacables hoy

e) Fuerza de voluntad: He trabajado pero no concluído una de mis tareas pendientes.

f) Creatividad: 1 nueva idea hoy

lunes, 24 de noviembre de 2008

Efectos de la meditación básica diaria

En Alemania tuve la oportunidad de asistir a dos cursos organizados por la Facultad de Psicología sobre meditación. Uno de ellos exigía la práctica diaria durante media hora de una meditación elemental durante todo el semestre. Durante ese tiempo debía llevar un diario de investigación sobre lo que experimentábamos.

Tras ese curso dejé de practicar la meditación porque me decía a mi mismo que "no tenía tiempo". Creo que este es el momento para volver a practicarla durante 30 días. En las mismas condiciones que el experimento de sueño anterior pretendo probar durante este tiempo un estilo de vida diferente. Si me gusta continúo, si no, pues nada.

El diario de investigación que llevé la última vez fue bastante insatisfactorio, no realizaba registros de forma constante ni sistemática. Esta vez quiero prestar atención a las siguientes variables:

a) Control de impulsos: - Realización de conductas nocivas pero estimulantes.

b) Cartografía emocional: Intensidad y frecuencia de emociones básicas como la felicidad, la tristeza, el enfado y el miedo.

c) Conductas de evitación: Realización de conductas que llevan a no confrontar problemas o a evitar el sufrimiento que provocan (por ejemplo, dormir porque sí).

d) Habilidades sociales: Eventos relevantes en los que me sorprenda mi empatía o gestión de la situación de forma tranquila.

e) Fuerza de voluntad: Actualmente, mi lista de tareas pendientes (en adelante To Do List) consta de 38 acciones que me cuesta mucho realizar. Una reducción sistemática del número de elementos podría indicar aumento de la fuerza de voluntad. Aunque se hagan las tareas que allí aparecen periodicamente reaparecerán y se crearán nuevos, de ahí las fluctuaciones que cabe esperar en este indicador.

f) Creatividad: Continúo trabajando en mi página web en la fase de creación de contenidos que requiere una gran creatividad. Mi productividad en esta tarea junto con las reflexiones que realizo sobre la "política universitaria" y las habilidades sociales, además de buenas ideas en otros campos será lo que configure este indicador..o debería mejor llamarlo constructo?

De nuevo, la curiosidad y curtir mi fuerza de voluntad es lo que me lleva a empezar este programa.

Empecemos hoy

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Horas de sueño durante el experimento

A continuación, anoto los promedios diarios de sueño (en horas):

Primera semana: 3,88
Segunda semana: 3,5
Tercera semana: 4,43
Cuarta semana: 5,93

Lunes: 3,75
Martes: 6,04
Miércoles: 4,25
Jueves: 5,25
Viernes: 4,88
Sábado: 6,88
Domingo: 5,25

Total 28 días: 4,43
Frente a las 9 horas que antes del experimento acostumbraba a dormir (y que he vuelto a dormir tras él) supone una reducción del 50% del tiempo de sueño.

Nota: Todas las siestas se han contado como si hubieran sido de 30 minutos independientemente de su duración real.

PD: Esta disponible la tabla completa de datos y hora de las siestas.

De vuelta al sueño monofásico

Cuando empecé tenía pensado mantener este estilo de sueño durante 30 días, como Steve Pavlina, sin embargo, pronto empecé a decir que iba a aguantar un mes y, para mi, un mes tiene 4 semanas. Lo que quiero decir con esto, es que yo di por concluido el experimento el sábado pasado y hasta hoy no he podido mantener un patrón monofásico puro. Aproximadamente lo que tardé en acostumbrarme al sueño polifásico.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Confirmación

Hace unos días planteaba que emociones negativas podían propiciar que usara el sueño como estrategia de evitación. Estos dos últimos días he obtenido una confirmación en primera persona de esta hipótesis.

El viernes fue el día más intenso que he tenido en mucho tiempo. Tuve contacto con muchas personas con las que experimenté sensaciones progresivamente más intensas.

Con un primer grupo, que hacía mucho que no me encontraba, almorcé pero me fui antes de que se dispersaran (primer escape) de todas formas quedé con ellos por la noche.

Me dirigía a seguir mi rutina de los viernes cuando me encontré a un segundo grupo que justo en ese momento habían quedado para almorzar. Me apetecía estar con ellos y el plan que tenían así que me apunté. Allí me enteré de que había estado obviando durante 2 años de mi vida ciertas variables de gran importancia.
Cuando propusieron tomar un café me fui a casa a dormir (segundo escape) no sin antes quedar para por la noche.

Cuando me desperté pensé que no merecía después de todo lo ocurrido ir a ninguna parte. Ni con el grupo 1 ni con el 2 sino descansar para, al día siguiente, estar listo para el grupo 3.
Pero como venía tratando el tema de la evitación, pensé que lo mejor sería confrontar la situación que más estrés me provocaba y cancelar la otra cita de la noche.

Así lo hice, aunque en lugar de hacerme tomar un mayor contacto con la realidad que acababa de descubrir me confundió aún más. La realidad resultaba ser mucho más compleja y esta vez yo tenía que tomar decisiones rápidas y de gran importancia.

Estoy orgulloso de mi comportamiento esa noche pero creo que fue demasiado en muy poco tiempo. Cuando me desperté al día siguiente me di cuenta de que no había oído el despertador y que tampoco tenía ganas de seguir despierto. Me volví a acostar 2 veces más esa misma mañana y otra vez, con idénticos resultados, por la tarde. Ya ni siquiera dormía pero necesitaba no pensar en todo lo que había ocurrido durante las últimas 24 horas. Esta sensación iba acompañada de una fuerte distimia que me dejaba como única salida la cama.

Por cierto, sólo hice un intento de contactar con el grupo 3, no acudí a la cita ya que no sabía ni dónde ni cuándo tenía lugar.

Actualmente me encuentro mejor. Estoy redactando una teoría explicativa de lo que ocurrió hace 48 horas y en este blog acabo de explicarme como utilizo el sueño para evitar afrontar situaciones o pensamientos estresantes. Ya sólo me falta diseñar alguna forma de intervención que me permita abandonar la evitación como estrategia de afrontamiento.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Resumen del día

Esta mañana me faltó poco para volver a acostarme. Por suerte vi que tenía un montón de cosas que hacer y eso me mantuvo despierto el tiempo suficiente para que despertarme algo más aunque seguía sintiendo que mi cuerpo decía "¿Dónde vas?¡Que todavía es denoche!" Esa sensación duró hasta que la siguiente siesta.

He mejorado mi técnica para dormir en los aseos. La modificación surgió cuando, al apoyarme, como de costumbre, en la propia cisterna accioné la caída del agua con la nuca y me desperté. Ahora tomo como respaldar una esquina del aseo. La almohada de cuello se adapta sorprendentemene a este tipo de estructuras...

En la siguiente siesta, también en los aseos, conseguí sentir dilatación temporal y tuve algún sueño que no consigo recordar pero no me sentía descansado al despertarme. Esa sensación duró hasta la siguiente siesta.

Dentro de unos momentos me toca otra y si continúo con el patrón de sueño que vengo teniendo, ahora me toca una mala siesta... Espero equivocarme...O al menos averiguar a qué se debe ese cansancio y hacer algo para eliminarlo.

Mantenerse ocupado

Hace un par de días se me empezó a ocurrir que a lo mejor, los problemas que tenía para mantenerme en vigilia durante la semana anterior no se debieran a problemas fisiológicos sino más bien psicológicos (si es que se puede establecer una barrera entre ambos).

Resulta que la semana anterior había perdido toda la estructura organizativa que había tenido al principio y además mi nivel de actividad (la cantidad de cosas que hacía) había bajado últimamente. Resultado: estar ocioso y mi cuerpo reclamando una parte de todo ese tiempo libre para dormir. Es totalmente comprensible.

Pero no ha sido hasta hoy que me he cargado de tareas para hacer en estas horas de actividad nocturna (luego tendré que ponerme otras más durante el tiempo del día que no esté acompañado).

Por lo pronto, me aburro menos y me siento más eficaz. Si supero el día de hoy (este planteamiento suena a aquellos de los primeros días) creo que habré encontrado la clave para mantener la permanencia en esto. Y si no, la próxima vez que falle incorporo técnicas cognitivo-conductuales para resistir la tentación de echarme en la cama fuera de hora.

martes, 11 de noviembre de 2008

Nuevas condiciones

He estado intentando encontrar la duración de mis ciclos de alerta. Ha sido muy interesante descubrir que apesar de dormir a cualquier hora del día mi cerebro sabe cuándo es de noche y cuándo de día. La transición se hace realmente dura...

Los últimos fallos no se han debido a falta de potencia del despertador, ni tampoco a que estuviera demasiado cerca... ha sido simplemente que conseguía mantenerme con sueño mientras desconectaba todo y luego volvía a la cama.

Esta es precisamente una de las razones que me llevó a probar el sueño polifásico: saber si sería capaz de mantener un hábito que fuera en contra de lo que me pidiera el cuerpo (durante el periodo de adaptación).
Esta última semana debo emplearla para hacer lo que hacía al principio: entender las siestas del sueño polifásico, no como algo que simplemente ocurre, sino que he decidido conscientemente que quiero hacer.

Considero que esta será la última semana,no porque llevemos cuatro, sino porque la semana que viene, muy probablemente, empezaré a trabajar y últimamente he experimentado serios problemas para mantenerme despierto durante la realización de tareas que requieren un bajo nivel de activación (de hecho, mi cuerpo se adapta a cada situación para gastar la menor cantidad de energía posible).

Si esta semana tengo éxito podré continuar con el experimento incluso trabajando. Si no, no puedo permitirme que terceros se vean perjudicados por lo que desarrollaría una nueva línea, también relacionada con sueño, que me ayudaría en mi próximo intento de adoptar un patrón polifásico de sueño (que me planteo a 6 meses vista).

viernes, 7 de noviembre de 2008

Nuevos propósitos

Esto es un descontrol, si quiero saber de verdad las variables que influyen en el sueño polifásico debo controlar, al menos, ciertas variables extrañas de especial relevancia.
Concretamente, hay dos espectos generales que son esenciales controlar para obtener unos resultados claros.

En primer lugar, para dormir tiempos exactos que se puedan medir adecuadamente, es básico poder despertarse en el momento que se ha determinado para esa sesión experimental y permanecer despierto hasta la siguiente. Para ello podemos:

1. Programar un despertador
2. Con un sonido suficientemente alto para despertarte
3. Con un sonido suficientemente desagradable para querer apagarlo
4. Programar el despertador para que suene una segunda vez al poco tiempo de la primera.
5. Realizar ejercicios aeróbicos
6. Tener preparadas actividades que requieran mayor activación para cuando el nivel de esta disminuya.
7. Como última opción dormir una siesta intermedia.

Otra vez más

Pues sí, he vuelto a quedarme dormido y me ha dado mucho coraje haber fallado en una cosa tan simple.

1. No saltarse ninguna siesta anterior

2. Poner el despertador bien lejos, para no apagarlo sin darse cuenta.

3. Poner el despertador suficientemente cerca para poder oirlo.

4. Si se utiliza el ordenador como despertador asegurarse de que el volumen está al máximo Y auriculares NO están puestos.


Pues bien, yo he fallado en hacer todo lo anterior (todavía me pregunto como puedo haber cometido el error 4!!!!!)

Pero voy a conseguirlo, voy a realizar una lista de variables generales a tener en cuenta y una check list para que no se me pase ningún detalle.

jueves, 6 de noviembre de 2008

De pie

Hoy me he quedado dormido de pie en el autobús. Matizo: he pegado muchas cabezadas, se me aflojaban las rodillas y volvía a despertarme. Así unas 20 veces en una media hora.

He perdido impulso con este experimento, ya sé que se siente, así que esa motivación esta desapareciendo. Por otra parte, las mejoras cognitivas no acaban de llegar y los perjuicios sociales son graves. Por lo tanto, ahora NECESITO ver avances en la adquisición del patrón polifásico, ningún fallo más. Esta vez si lo sentiría como un fracaso. En resumen, a partir de ahora estoy en la misma situación de vulnerabilidad que están la mayoría de los que lo intentan. Teniendo también la misma baja probabilidad de éxito.

Por la noche, me apetece tanto dormir... Me he dado cuenta de que siempre ha sido para mi la conducta de evitación/escape definitiva. Si no quería hacer algo, dormía. Ahora me siento como un adicto al sueño. Quiero dormir, pero sé que no me conviene, así que intento mantenerme despierto un poco más, hasta que llegue la siguiente siesta señalada en el horario. Por la noche he introducido dos siestas intermedias para manejar esta situación.

martes, 4 de noviembre de 2008

Variables que influyeron en el quinto fallo

En primer lugar, había fallado hace poco, por lo que mi cerebro se había aproximado al patrón monofásico en este momento y era más susceptible de volver a fallar.

El hecho de que me quedara dormido ambos días a la misma hora parece indicar que los ritmos circadianos están haciendo de las suyas.

No programar una alarma lo suficientemente fuerte y repetitiva para asesegurarme de que me despertaría fue decisivo.

Pero sin duda, el factor más importante fue que me salté, no sólo 1 siesta sino 2. Lo que parece estar en consonancia con los resultados publicados por otros participantes.

La verdad, es que si no fuera porque escribo este blog y me he comprometido a aguantar un mes ya haría mucho tiempo que hubiera abandonado.

Los efectos fisiológicos adversos (dolores, molestias y dificultad para pensar) han desaparecido incluso cuando fallo. Aunque laas "ganas de dormir" siguen sin estar bajo control, parecen estar más relacionadas con la calidad del sueño que con su duración (hipótesis de partida para esta investigación).
Mientras, los efectos adversos sociales se hacen más evidentes: La gente quiere llevarte a casa en coche para que no camines 45 minutos de noche. Quedarse dormido en actividades que requieran una activación baja. No despertarte a la hora que quieres perdiendo citas importantes... (esto último lo llevo muy mal, menos mal que creo ser capaz de controlarlo en el futuro).

Existe un motivo adicional por el que empecé a redactar este blog. Si alguno de los que me rodean notan que empiezo a tener alucinaciones o realizar conductas que supongan un riesgo directo para mi integridad física, por favor, paradme, quitadme el movil y acostadme en un lugar cómodo, silencioso y oscuro para que duerma sin límite. Luego convencedme de que no merece la pena llegado ese punto de continuar con el experimento y que vuelva al sueño monofásico.

Si tengo éxito en la adaptación nos reiremos del párrafo anterior en unos días :)

¿Qué ha pasado?

Ayer me quedé dormido en la siesta de las 16:00 durante 2 horas.

Hoy he estado haciendo papeleo por la mañana y me he tenido que saltar una siesta. Ocurrió lo que tenía que ocurrir...
Estando en la sala de espera empecé a pegar cabezadas, que continuaron en el bus de camino a la Facultad.
Tampoco entonces dormí por lo que seguí pegando cabezadas. Me fui a dormir a la Delegación pero atendí a alguien que necesitaba ayuda así que he tenido que volver a casa a dormir 25 minutitos. Error: sólo programe el despertador de cuenta atrás.

Hoy me he quedado dormido en la siesta de las 16:15 durante 4 horas.
Y estoy muy molesto conmigo mismo, he faltado a una clase, he dejado una tarea sin hacer y no he acudido a una cita importante. Si hay algún momento para decir "enough is enough" es este. Pero me he comprometido a aguantar un mes, funcione o no.

Voy a seguir adelante.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Vuelta a la estabilidad

Hoy no he añadido ninguna siesta. Ni por la noche ni por el día. He notado algo de somnolencia pero de menor intensidad que ayer y fue desapareciendo conforme pasaban las horas. No obstante, me fue imposible mantenerme despierto durante todo el recorrido del autobús.
Al parecer, hacía frío de verdad. Al usar una estufa han desaparecido los problemas de temperatura corporal que tanto me preocupaban.
He vuelto a tener sueños vívidos. Incluso he llegado a tener 2 seguidos esta misma tarde.
Mi nivel de actividad es similar al anterior al experimento. No he notado mejora de la atención o la memoria como informan otros participantes.
Vuelvo a percibir el tiempo como un continuo y no pienso en que llegue una hora determinada del día para sentirme cansado o recuperado. Sólo las horas de siesta son relevantes a corto plazo para sentirme más descansado. Si no me levanto sintiéndome bien mantengo el déficit hasta la siguiente pausa en la que queda totalmente reparada.
Esto parece indicar que, al menos a corto plazo, las siestas que duermo son eficaces para eliminar la fatiga.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Halloween: ser un Zombie al día siguiente

Anoche fue mi segunda salida nocturna desde que adopté el sueño polifásico. En ambas ocasiones he notado mayor energía que cuando dormía monofásico. Pero, ¿cómo reacciona el cuerpo tras este intenso gasto energético que lleva la contra a los ritmos circadianos?

En la primera ocasión, recordemos, no fui capaz de mantenerme despierto cuando sonó el despertador, aunque estuvieron presentes gran cantidad de variables extrañas.
Esta segunda vez me ha sido posible mantenerme despierto y registrar con mayor grado de detalle mi experiencia subjetiva.

Antecedentes: El día anterior habíatenido dificulades manteniéndome despiertos en situaciones de baja actividad, como el autobús o en clases teóricas. Me despertaba de las siestas encontrándome bien, pero seguía sintiendo somnolencia hasta la siguiente y pegaba numerosas cabezadas y de vez en cuando sentía escalofríos. Parecía como si estuviera privado de sueño.

Actividad: Dormí justo antes de que me recogieran (Hora 0) y me desperté muy activo. Cuando llegamos a la fiesta segía bien y pude relacionarme con facilidad. Sentía bastante hambre no bebí alcohol para no interferir con el SNC.
Justo antes de que nos fuéramos a una discoteca (+2) dormí en una habitación adyacente a la sala en la que tenía lugar la fiesta. La cama y la posición eran cómodas, el ruido era constante por lo que no supuso un problema quedarse dormido.
Me desperté con menor facilidad para hablar que antes y menor apetito, mis movimientos eran más lentos y la tensión muscular se redujo (antes había roto un baso vacío de plástico con la mano derecha).
En la calle experimenté los temblores de frío que había tenido el día anterior (dandome cuenta de que, a lo mejor, era simplemente que hacía frío de verdad). Bailé más de 3 horas sin interrupción, tomando la iniciativa de forma puntual y con mayor frecuencia conforme pasaba el tiempo. Tomé un sorbo (literalmente 1) de cerveza fría.

Consecuencias: Llegué a casa (+6) y pude dormir. Me desperté con una gran somnolencia que se mantuvo a pesar de las siguientes 2 siestas a intevalos de 2 horas. Decidí salir a hacer algo útil. En el autobús, de nuevo, cabezadas múltiples, algunas con una pérdida de conciencia que calculo pudieron prolongarse hasta 2 minutos.
Empecé a pensar que a lo mejor el problema era que me despertaba durante la fase de ondas lentas así que decidí recortar el periodo de sueño 2 minutos para ver si así conseguía recordar lo que soñaba. Este enfoque parece estar funcionando pero no podemos perder de vista la impotancia de los efectos acumulativos del sueño ya tenido a lo largo del día.

Voy a mantener este recorte de las siestas y voy a buscar un sistema de evaluación de mis capacidades más objetivo que mi simple valoración personal.