miércoles, 12 de noviembre de 2008

Resumen del día

Esta mañana me faltó poco para volver a acostarme. Por suerte vi que tenía un montón de cosas que hacer y eso me mantuvo despierto el tiempo suficiente para que despertarme algo más aunque seguía sintiendo que mi cuerpo decía "¿Dónde vas?¡Que todavía es denoche!" Esa sensación duró hasta que la siguiente siesta.

He mejorado mi técnica para dormir en los aseos. La modificación surgió cuando, al apoyarme, como de costumbre, en la propia cisterna accioné la caída del agua con la nuca y me desperté. Ahora tomo como respaldar una esquina del aseo. La almohada de cuello se adapta sorprendentemene a este tipo de estructuras...

En la siguiente siesta, también en los aseos, conseguí sentir dilatación temporal y tuve algún sueño que no consigo recordar pero no me sentía descansado al despertarme. Esa sensación duró hasta la siguiente siesta.

Dentro de unos momentos me toca otra y si continúo con el patrón de sueño que vengo teniendo, ahora me toca una mala siesta... Espero equivocarme...O al menos averiguar a qué se debe ese cansancio y hacer algo para eliminarlo.

Mantenerse ocupado

Hace un par de días se me empezó a ocurrir que a lo mejor, los problemas que tenía para mantenerme en vigilia durante la semana anterior no se debieran a problemas fisiológicos sino más bien psicológicos (si es que se puede establecer una barrera entre ambos).

Resulta que la semana anterior había perdido toda la estructura organizativa que había tenido al principio y además mi nivel de actividad (la cantidad de cosas que hacía) había bajado últimamente. Resultado: estar ocioso y mi cuerpo reclamando una parte de todo ese tiempo libre para dormir. Es totalmente comprensible.

Pero no ha sido hasta hoy que me he cargado de tareas para hacer en estas horas de actividad nocturna (luego tendré que ponerme otras más durante el tiempo del día que no esté acompañado).

Por lo pronto, me aburro menos y me siento más eficaz. Si supero el día de hoy (este planteamiento suena a aquellos de los primeros días) creo que habré encontrado la clave para mantener la permanencia en esto. Y si no, la próxima vez que falle incorporo técnicas cognitivo-conductuales para resistir la tentación de echarme en la cama fuera de hora.