lunes, 29 de diciembre de 2008

Como en la cama en ningún sitio

Esta vez he terminado mucho antes de lo que pensaba.

Sí, he dormido 8 horas del tirón y porque me han llamado por teléfono, que si no a lo mejor seguía durmiendo.

Ya que este plan parece no funcionar voy a probar durante 30 días con otra alteración del sueño...

Voy a levantarme temprano.

Ya sé, ya sé, cada vez hago cosas más tontas pero la idea consiste en despertarme todos los días a las 6 de la mañana incluyendo fines de semana. Algunos dirán que es fácil porque ya lo hacen pero...

¿Seré capaz de hacerlo durante 30 días pudiendome levantar tranquilamente a las 9:30?

Hora 20

No pude dormir tampoco en la última siesta.

Esa tensión en la frente de la que te hablaba antes se ha hecho más intensa. Creo que puede sea sólo el cambio de ciclo de sueño. Si tengo razón desaparecerá tras la siesta de las 9:30.

He apretado tanto las actividades a realizar a lo largo del día que hasta voy a ir a trabajar, aunque no haya pacientes voy a hacer informes y revisar casos.

No creo que vuelva a tener tiempo para postear hasta las 23:30. Eso si no surge ningún imprevisto...

Me despido, voy a entrenarme para que cuando suene esta vez el despertador no me quede dormido.

Se aceptan apuestas sobre cuantos días (u horas) aguantaré esta vez. Mira que si lo consigo... :)

Hora 12

Han transcurrido 3 siestas desde el inicio del experimento.

Durante las 2 primeras soñé, pero en la segunda ni siquiera pude dormir.

Ahora notó algo de dolor de cabeza, concretamente en la frente. Sigo sin entender por qué ocurre, he dormido más, no menos. Si no hay privación, ¿a qué se debe ese dolor? Bueno, da igual, no durará mucho.

Ya comprobé la última vez que si no preparo nada interesante que hacer entre siestas me quedo en la cama. Por eso he apuntado todas las cosas que me gustaría hacer durante esta semana.

El problema es que una de ellas que me iba a ocupar 10 horas se ha terminado antes de tiempo. No, no es que sea muy productivo, es que después de 4 horas resultaba tremendamente aburrida.

Así que ahora me encuentro con 21 horas de vigilia, una actividad menos y los pacientes están de vacaciones. Por eso, cuando me levante de la próxima siesta voy a pensar algo con lo que llenar el hueco.

¿No es irónico que se me ocurriera volver a intenarlo porque tenía muchas cosas que hacer y ahora no encuentro lo suficiente? En fin, así es la vida.