lunes, 20 de octubre de 2008

Impaciente

Esta vez me he despertado totalmente recuperado de la siesta. La verdad es que ya me hacía falta. Sin embargo, sigo sin ser capaz de recordar si he soñado.

De momento no es esperable ningún síntoma intenso de privación de sueño REM. Esta noche y la próxima mostraron en otros sujetos mayores dificultades. Aún muestro precaución ante lo que pueda venir ya que aún no he experimentado ningún efecto positivo que me lleve a mantener el sueño polifásico pasado este mes de prueba. Aunque en cualquier caso, aparecían más adelante, en una fase tan temprana sólo se muestra una " atención distendida" que no llega aún al nivel comparable a la meditación que alcanza más adelante.

Sí, lo sé soy muy impaciente. Menos mal que estoy escribiendo este diario de investigación. Si no, puede que ya hubiera abandonado. :)

Ya se le ven las orejas al lobo...

Al despertar de esta siesta no sólo no recuerdo ningún sueño sino que aún me siento cansado. Yo pensaba que en un día había pasado todo el periodo de adaptación pero ahora es cuando está empezando a pasar lo duro de verdad.

Espero que no dure más allá del miércoles esta sensación de cansancio. Steve tenía razón, hay que tener mucha fuerza de voluntad para conseguir pasar la fase de adaptación. Creo que lo mejor va a ser tener una dieta vegana estos días, a ser posible comer sólo alimentos crudos para reducir la necesidad de dormir al mínimo. Cuando pase esta parte del experimento volveré a la dieta ovolactovegetariana.

Los sueños de 20 minutos siguen pareciendo noches completas.

Una estrategia utilizada por otros que han tenido éxito en este experimento consiste en no pensar en que quedan aún 6 días por delante sino ocuparse sólo del próximo ciclo de sueño.

No os preocupesis, no me voy a morir de sueño, antes de eso me quedaría dormido un día entero sin darme cuenta. Así que no hay peligro. :)

Vaya desafío

Como era de esperar me ha resultado muy difícil mantener la atención durante la clase incluso he llegado a pegar alguna que otra cabezada. Vaya espectáculo le he dado al profesor, menos mal que nadie más se ha dado cuenta.

Mi aspecto físico no deja ver privación de sueño aunque desde que inicié el experimento he notado algunos problemas de expresión oral.

Cuando terminé la clase charlé con unas amigas por lo que el tiempo de la próxima siesta se me vino encima lo q alteró todo mi organismo (escalofríos, aceleración del lenguaje y el paso, atención alterada, apetito). No sé hasta que punto estos síntomas son anecdóticos y en qué medida forman parte de la "adicción a las siestas" descrita por otros sujetos.

Cuando llegué a casa me acosté y en 20 minutos tengo la sensación de haber dormido una noche entera. No recuerdo ningún sueño, lo que me empieza a preocupar.

A clase

He programado el despertador para 10 minutos pero me he despertado a los 10 debido a un SMS. Tras esa interrupción he vuelto a acostarme sin lograr en ninguna de las dos ocasiones alcanzar el sueño REM. Sigo teniendo la sensación de extensión temporal y me encuentro menos cansado que antes de la siesta pero creo que esperaba encontrarme mejor.

Ahora una prueba real. Resistir una clase que no siempre resulta interesante con un profesor de entonación monótona y las luces apagadas. ¿Lo resistiré o tendré que salirme de clase?

Lo veremos en el próximo post. :)

Un ciclo extraño

La verdad es que tengo acumuladas muchas tareas pendientes en casa. Resulta que cuando me desperté de la última siesta tenía tanta energía que tras leer un poco del blog de Steve Pavlina sentí la necesidad de hacer muchas cosas. Primero desayuné (aunque nunca estuve realmente en ayunas) y luego me puse a hacer tareas domésticas durante 2 horas largas hasta que me volví a sentar delante del ordenador para buscar una publicación del BOE. Esta tarea pareció restarme mucha energía hasta llegar al punto de que empecé a sentirme muy cansado y a entrecerrar los ojos. En ese momento me levanté y comí un poco de sandía y preparé las cosas para ir a la Facultad tras la próxima siesta.

Estaba bastante ilusionado con los progresos que había realizado. En un día había sido capaz de soñar en cada siesta, sentirme descansado y, al principio de este ciclo, tener más energía que normalmente. Creía que en un día había logrado lo que a otros les lleva una semana. Pero creo que los buenos resultados se deben a que todavía no estoy sufriendo la privación de sueño REM característica de la primera parte del periodo de adaptación.

Bueno, ya veremos. Si todo esto ha sido un espejismo hoy y mañana voy a pasar unos días muy duros. Si no, voy a empezar a disfrutarlo, y mucho. :)

Quinta siesta

Esta vez he vuelto a soñar aunque sigo sin poder recordar el sueño. Pero esta vez he ido un paso más lejos: me he despertado antes de que suene el despertador y de nuevo con la sensación de haber dormido toda la noche. Caí en un profundo sueño casi en seguida. La verdad que esto me resulta cada vez más interesante.

He estado programando el despertador todo este tiempo para 25 minutos pero creo que ha llegado el momento de reducirlo a 20, ya que me levanto descansado 6 minutos antes de que suene.

Cuarto ciclo de sueño

Acabo de despertarme de mi cuarta siesta con la cabeza mucho más despejada. No siento ninguna presión en las sienes y he disfrutado de un sueño que acabo de olvidar. Continúo levantándome de la cama tan pronto como suena el despertador.

Los 25 minutos que pasan desde que me acuesto a que me pongo en pié parecen mucho más largos. Podría decir que ha transcurrido una noche entera.

Creo que lo voy a conseguir. :)