Llevo dos siestas seguidas despertándome cansado así que voy a tener que añadir una siesta de emergencia y a ampliar la duración a 25 minutos así evito el riesgo de no oír el despertador y que podría provocar el fin prematuro del experimento.
No se trata de ninguna improvisación, esta medida la tenía prevista antes de empezar la adaptación por haber sido de utilidad a otros. Y creo que ha llegado el momento de utilizar esta herramienta debido a que esta vez me ha costado bastante salir de la cama. Si vuelve a ocurrirme probablemente no oiga el despertador. Necesito dormir bien. Estoy en el peor estado desde que empecé. Pero tengo que resistir, si no, no sabré que hay después..
martes, 21 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario