lunes, 29 de diciembre de 2008

Hora 12

Han transcurrido 3 siestas desde el inicio del experimento.

Durante las 2 primeras soñé, pero en la segunda ni siquiera pude dormir.

Ahora notó algo de dolor de cabeza, concretamente en la frente. Sigo sin entender por qué ocurre, he dormido más, no menos. Si no hay privación, ¿a qué se debe ese dolor? Bueno, da igual, no durará mucho.

Ya comprobé la última vez que si no preparo nada interesante que hacer entre siestas me quedo en la cama. Por eso he apuntado todas las cosas que me gustaría hacer durante esta semana.

El problema es que una de ellas que me iba a ocupar 10 horas se ha terminado antes de tiempo. No, no es que sea muy productivo, es que después de 4 horas resultaba tremendamente aburrida.

Así que ahora me encuentro con 21 horas de vigilia, una actividad menos y los pacientes están de vacaciones. Por eso, cuando me levante de la próxima siesta voy a pensar algo con lo que llenar el hueco.

¿No es irónico que se me ocurriera volver a intenarlo porque tenía muchas cosas que hacer y ahora no encuentro lo suficiente? En fin, así es la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Dani, veo que has vuesto a tu sueño polifásico, espero que te vaya bien, de nuevo. Y que estés pasando unas felices vacaciones.

Un besote